Imponente-villa-veneciana-con-doble-barchessa-en-venta-en-belluno

Con vistas al Gran Canal, en el elegante Sestiere di San Marco, este extraordinario palacio remonta sus orígenes a los principios del Renacimiento, al que se debe la fachada de elegancia seca y austera que contrasta casi descaradamente con el estilo más ornamentado predominante en la Laguna.

También es imponente en tamaño, por lo que puede contarse con razón entre los palacios más grandes de Venecia. Enorme alarde de propietarios de distintas nacionalidades, el palacio relata así visualmente la estratificación cultural y la permeabilidad a las influencias artísticas y arquitectónicas de otras capitales. En el siglo XVII, el propietario era el más importante comerciante flamenco, y más tarde el palacio se convirtió en residencia de familias adineradas de la antigua nobleza. Esto fue así hasta que el palacio fue adquirido en 1917 por el conde Giuseppe Volpi di Misurata, cuya familia desempeñó un papel extraordinariamente importante para Italia en los acontecimientos históricos, políticos, económicos y culturales del final de la Segunda Guerra Mundial.

En los interiores, cada propietario dejó una huella autoritaria de su poder económico en la rica decoración que se expresa, por ejemplo, en los altos techos y los preciosos suelos de terrazo veneciano.

La estructura interna sigue los cánones clásicos de la arquitectura tradicional veneciana: la puerta principal de agua da paso al vestíbulo de la planta baja, un suntuoso espacio intermedio entre el interior y el exterior, enmarcado por el amplio techo y una majestuosa columnata, y conduce al aireado patio interior que proporciona un nivel de intimidad único en Venecia.

Desde el vestíbulo, la gran escalera da acceso a las plantas superiores: un primer entresuelo, el Piano Nobile y un segundo entresuelo conectado con la mansarda.

Cabe destacar que el Palazzo se caracteriza por tener varias escaleras en distintos puntos, primer signo -pero no único- de cómo se ha sabido conciliar inteligentemente el deseo de prestigio y representación con una funcionalidad realmente rara en comparación con otros palazzi venecianos. También este aspecto permite proyectar el palacio histórico hacia su futuro abriendo un abanico de posibles usos.

En el piano nobile, al vestíbulo de la planta baja se suma el amplio salón de baile con frescos de estilo tiépolesco del pintor Ettore Tito, acompañado de vastos salones con frescos que acogieron banquetes memorables hasta tiempos recientes.

El entresuelo también cuenta con salas dignas de mención especial, como los elegantes salones y la preciosa alcoba, con su elegante vista del Gran Canal y su boiserie con espejos de época, sin duda una de las estancias más evocadoras de todo el Gran Canal.