Famosa Villa Pied Dans L'eau En El Lago De Como

En la ruta de la antigua Strada Regina en el lago de Como, se encuentra una renombrada Villa Pied Dans l'Eau, en el centro de un parque del siglo XIX. Esta famosa villa histórica frente al lago, que albergó a Beccaria y Manzoni entre varios personajes ilustres, está actualmente a la venta en uno de los lugares más pintorescos de Italia, el lago de Como. Esta lujosa propiedad está impregnada de recordatorios históricos que la convierten en una propiedad única en su tipo.

Esta famosa villa se encuentra en una posición privilegiada, en el lago más famoso de Italia, que atrae a visitantes de todo el mundo. El lago de Como es una maravilla natural, enclavado entre majestuosas montañas y exuberantes paisajes, un lugar mágico y romántico que ha inspirado a poetas y artistas a lo largo de los siglos.

La villa, una vez propiedad de Giulio Beccaria, hijo del célebre Cesare Beccaria, autor del tratado "Sobre los crímenes y las penas", era un lugar amado y frecuentado por hombres de letras y hombres de cultura. Entre sus invitados ilustres se encontraba también Alessandro Manzoni, sobrino de Giulio, que se hospedaba allí con frecuencia.

Posteriormente, la villa pasó a manos de Rachele, hija de Cesare Cantù, historiador, erudito y patriota. Aquí nació un salón literario conocido como la "Accademia dei Pedanti", que atrajo a escritores, críticos y artistas. Durante el verano, los participantes se reunían en una sugerente cueva artificial dentro del parque. Incluso con el posterior cambio de propiedad, cuando el escritor Emilio De Marchi pasó a ser propietario, la villa siguió siendo un lugar de inspiración. De hecho, sirvió de escenario ideal para los escenarios de la famosa novela "Col fuoco non si scherza", publicada en 1901.

El sito donde se levanta la villa contaba originalmente con un pequeño promontorio, conocido localmente como "la Puncia", por su posición sobre el lago. Este término dialectal también se utilizó para nombrar la villa en sí, lo que demuestra su conexión única con el sugerente entorno que la rodea.

La famosa villa se extiende sobre tres plantas y es apenas visible desde la carretera, pero se ve majestuosa desde el lado del lago. Fue construida sobre una gran terraza semicircular con vista al lago. La estructura consta de un solo edificio con tres vanos en la fachada. La villa tiene una historia fascinante: una primera parte del edificio data de mediados del siglo XVIII, pero las obras de construcción se interrumpieron debido a las incertidumbres del período napoleónico. Posteriormente, a principios del siglo XIX, la villa se completó y adquirió su aspecto actual. En el interior, hay siete dormitorios y cinco baños, con amplios espacios internos decorados con frescos que datan de principios del siglo XIX. Un poco más adelante se encuentra el desembarcadero, la casa del guardián, junto a un arroyo caracterizado por un antiguo puente romano, y el muelle.

Desde el lago sólo se puede admirar una parte del extraordinario jardín de la famosa villa, que se revela a través de una sugerente vista. Aquí, los doce plátanos encargados por el arquitecto Giuseppe Balzaretti, durante la reorganización de la propiedad a mediados del siglo XIX, se alzan majestuosos y regios. El parque del siglo XIX se distribuye en dos niveles principales y está dominado por un majestuoso cedro del Líbano, que se erige imponente sobre el paisaje circundante. Junto a él, un olivar ayuda a captar la atención de los visitantes, ofreciendo una vista inigualable de la isla Comacina y la belleza prístina del lago de Como. Al entrar en el parque, el valle de los olivos dirige la mirada hacia un arroyo, creando una atmósfera encantadora. Una cueva está escondida entre la vegetación, donde Rachele Cantù, que solía reunir la "Accademia dei Pedanti" del siglo XIX, evocó la belleza mística de la naturaleza y de Pan, el dios de los bosques.

Tras caminar por la avenida de los cipreses, se llega a un pequeño claro donde se erige imponente el monumento funerario de los esposos Giulio y Antonia Beccaria. Este majestuoso monumento fue erigido en 1858 y tiene una estructura de templo atravesado con seis columnas, coronado por una cúpula semiesférica bajo la cual hay una estatua de una mujer joven en posición de oración, creada por el escultor Bassano Danielli. Pero la verdadera ruta que conecta este lugar tan lleno de sugerencias es la Strada Regina, ligada a la memoria de Alessandro Manzoni, que entre un barranco y otro, permite vislumbrar el magnífico jardín de la Villa. Este jardín alberga inscripciones bajomedievales, una pintura de Santa Lucía colocada en una hornacina y el cauce del arroyo, que contribuyen a crear un ambiente encantador. Dentro de la propiedad también hay un antiguo muelle del siglo XVII.

Esta villa ha sido testigo de una rica historia que se ha desarrollado a lo largo de los siglos, y los tres nombres distintos, La Puncia, Villa Beccaria y Villa Rachele, subrayan la riqueza de significado y encanto que impregna estos muros. Además de ser una magnífica residencia, la Villa representa un auténtico tesoro de cultura, literatura y arte, gracias a las ilustres personalidades que han cruzado su umbral a lo largo del tiempo. Hoy, esta histórica residencia está lista para recibir nuevos custodios y admiradores que podrán apreciar su valor y belleza.